Solo faltaba un paso más, pero había que darlo. Con la prudencia que exigía Miguel Rivera y todo su cuerpo técnico, nos plantamos en Almería para poner el broche a una temporada de ensueño. Era la primera oportunidad para conseguir el título de Liga y con él el triplete y no necesitamos ninguna más. Tras la ventaja de 2-0 que traíamos de los dos primeros encuentros en Teruel, el primero de los dos partidos programados en Almería fue suficiente para coronarnos como el mejor equipo del voleibol nacional en esta temporada.
El partido comenzó como lo habían hecho los anteriores, con los jugadores turolenses demostrando que querían la victoria y que no dejarían los deberes para más adelante. Enfrente, Unicaja Almería no quería poner las cosas fáciles y, con el apoyo de un Moisés Ruiz abarrotado, también demostró por qué se había plantado en la gran final por el título. El igualado primer set acabó cayendo de nuestro lado gracias a un Andrés Villena sideral en ataque y en defensa (23-25).
Quedaban dos mangas para hacernos con el título, pero Unicaja Almería no había dicho la última palabra. El conjunto ahorrador no le perdió la cara al encuentro y consiguió llevarse la segunda manga después de varias imprecisiones con el saque. El capitán almeriense, Jorge Almansa, cerraba una gran manga para que el partido se igualara.